Enseña a tus hijos … a no tomar azúcar
En el post de hoy os traigo una infografía y un vídeo para explicar las cifras máximas de azúcar que se podrían tomar (aunque lo ideal sería no tomar NADA) y concienciar sobre la gran cantidad de productos hiperprocesados que lo contienen, además de poner a la vista técnicas habituales de la industria para conseguir más ventas disfrazando como saludables productos que no lo son y, también hay que decirlo, algunas prácticas nada saludables en muchas familias con respecto a los cumpleaños de sus hijos.
Así, en el vídeo os intento explicar de manera muy gráfica el problema que tenemos con los azúcares libres que incluyen los monosacáridos y los disacáridos añadidos a los alimentos por los fabricantes, los cocineros o los consumidores, así como los azúcares presentes de forma natural en la miel, los jarabes, los jugos de fruta y los concentrados de jugo de fruta. Los azúcares libres se diferencian de los azúcares intrínsecos que se encuentran en las frutas y las verduras enteras frescas. Estas últimas frases están copiadas literalmente de este informe de la OMS.
En la infografía que he diseñado con muñequitos Playmobil (guardo en buen estado los de mis hijos) pongo las cifras que no deberíamos de rebasar (lo ideal sería cero en cualquier edad y condición) porque hay personas que piensan que son cifras recomendadas, como si fueran un mínimo, y no es así. Tampoco es cuestión de ponernos en el otro lado, como afirman algunos sitios webs y tachar al azúcar como un veneno porque no lo es; simplemente, es prescindible, y cuanto menos mejor; que no te vendan la moto aquellos que te dicen que es necesario para nuestro cerebro, que es combustible o energía rápida para poder tirar en el día a día o si tienes «un bajón», entendiéndase como se quiera esa locución. A este respecto, os recomiendo un buen post de Oscar Picazo, aquí.
Los niños de 0 a 2 años no deberían tomar nada de azúcar y sal; y posteriormente, aunque no es en absoluto necesario, como nos quieren hacer creer, como he dicho antes, estaría bien no superar los 12-15g, esto es 3-4 terrones o cucharaditas. En este vídeo, muestro algunos de los productos, que disfrazados de «adaptados» para bebés y niños, llevan azúcares añadidos que no deberían llevar (en el caso de los dirigidos a lactantes) y otros, con demasiado azúcar, que se ofertan en grandes packs o con regalos o con envoltorios, que buscan de manera evidente atraer a los niños.
En el recorrido desde la época de bebé hasta la adolescencia, podemos comprobar al final del vídeo, cómo la industria del Big Food y del Big Soda busca el consumo irresponsable regalando sin control bebidas azucaradas en las cadenas de comida rápida, y ofreciendo y publicitando con grandes inversiones (regalan unidades y lo promocionan en universidades) latas de bebidas energéticas con dosis elevadísimas de azúcar y cafeína, entre otras sustancias.
Antes de dejaros con la canción que adorna el vídeo y que habré oído unas 70 veces en estos días para cuadrar tiempos y ajustar diapos, quiero agradecer a Julio Basulto, Juan Revenga, Pepe Serrano, Javier Aguilar y a Manuel Estrada (el ya famoso autor del proyecto SinAzúcar.org al que todos los que luchamos por una mejor alimentación estamos ya enganchados) la colaboración prestada para realizar este post.
La letra de la maravillosa canción «Teach your Children» compuesta por Graham Nash y cantada por el grupo Crosby, Still,Nash & Young, y versionada en el vídeo por Elle Carpenter, sirve de perfecto acompañamiento para subrayar el mensaje que deseo transmitir. Os pongo el texto en inglés y más abajo la traducción . No os quedéis en el mensaje; mañana podéis comenzar a actuar y no poner «chucheales» para desayunar a vuestro hijo, un lácteo azucarado, o nocilla o nutella en el bocata de vuestros hijos. La web de donde he obtenido la letra y traducción de la canción es esta (he cambiado alguna palabra pero, en líneas generales, me ha gustado).
Teach your children
You who are on the road
Must have a code that you can live by
And so become yourself
Because the past is just a good bye.
Teach your children well,
Their father’s hell did slowly go by,
And feed them on your dreams
The one they picked, the one you’ll know by.
Don’t you ever ask them why, if they told you, you would cry,
So just look at them and sigh and know they love you.
And you, of tender years,
(Can you hear and do you care and…)
Can’t know the fears that your elders grew by,
(Cant you see we must be free to)
And so please help them with your youth,
(Teach your children what you believe in)
They seek the truth before they can die.
(Make a world that we can live in)
Teach your parents well,
Their children’s hell will slowly go by,
And feed them on your dreams
The one they picked, the one you’ll know by.
Don’t you ever ask them why, if they told you, you would cry,
So just look at them and sigh and know they love you.
Enseña a tus hijos
Tú, que estás en el camino,
debes tener un código con el que vivir
y poder ser tú mismo
porque el pasado es sólo un adiós
Educa bien a tus hijos,
los infiernos paternos pasaron lentamente,
Y aliméntalos con tus sueños,
aquél que eligieron, aquél que conocerás.
Jamás debes preguntarles la razón,
Si te la dijeran podrías llorar.
Así que solo míralos y suspira,
y entiende que ellos te quieren.
Y tú, en tus años mozos,
(Puedes escuchar e interesarte y…)
no puedes saber los miedos con los que crecieron tus mayores,
(¿No puedes ver que debemos ser libres también?)
así que por favor, ayúdalos con tu juventud.
(Educa a tus hijos en lo que crees)
Ellos buscan la verdad antes de morir.
(Haz un mundo en el que puedan vivir)
Educa bien a tus padres,
los infiernos infantiles pasarán lentamente,
Y enséñales tus sueños,
los que eligieron, los que conocerás.
Jamás debes preguntarles la razón,
Si te la dijeran podrías llorar.
Así que solo míralos y suspira;
has de saber que ellos te quieren.
Clara Ramos
marzo 9, 2017 at 9:03 amMuchas gracias, Carlos. Es difícil que un niño entienda que no es sano comer tanta azúcar porque no les duele, más bien todo los contrario. Mi hijo no lo entiende; se sabe la teoría, pero no lo entiende. Y sobre todo cuando sus compañeros y compañeras de clase llevan diariamente dulce para almorzar: si es tan malo, ¿por qué lo comen, por qué sus mamás o sus papás se lo ponen toooooodos los días para almorzar? Y mi hijo me pregunta: ¿por qué no lo puedo comer yo, mamá? Es que me gusta mucho y todos en clase lo llevan. Y a mí me duele ver a mí hijo triste, porque realmente le pone triste no poder comer dulce. Y sé que es por su bien, pero duele igualmente, porque aunque para mí sea una tontería, para él es algo muy importante. Y hay días que cedo y le doy dulce y le veo tan feliz que pienso: igual estoy exagerando, igual no es para tanto. Pero entonces leo vuestros artículos y vuestros post y vuestras fotos y vuestros vídeos y vuelvo a creer en que mi estoy haciendo bien. Pero es difícil, muy difícil y a veces, hasta doloroso.
Yolanda
marzo 9, 2017 at 10:28 amEstamos de acuerdo, todo es azúcar a nuestro alrededor. Podría por favor darnos alternativas concretas? Sabemos que lo ideal es la fruta y la verdura. Ejemplos concretos que resulten apetecibles para los nenes? Gracias
Carlos Casabona
marzo 9, 2017 at 10:35 amGracias a tí, Clara por comentar y exponer tus preocupaciones, que han sido las mías, pues tengo dos hijos de 24 y 23 años que también fueron niños. No te creas que estás tan sola, pero sí que es verdad que cuesta encontrar familias que no se vean literalmente «arrastradas» por el ambiente alimentario repleto de productos insanos. Claro que un día a la semana se puede tomar un postre azucarado o un chocolate con churros, como en mi infancia, pero en la actualidad esa ingesta es diaria y , en muchas ocasiones, varias veces al día: ese es el problema, ese. En esta web de Eroski podrás encontrar alternativas válidas: http://www.consumer.es/autor/carlos-casabona/ Cada día somos más…no te pienses, los padres que cambian de actitud…
Carlos Casabona
marzo 9, 2017 at 10:37 amComo a Clara, te doy las gracias por comentar y te dejo este enlace donde verás alternativas saludables a los postres lácteos y cereales azucarados: http://www.consumer.es/autor/carlos-casabona/
Ana Morillo
marzo 9, 2017 at 1:23 pmAcabo de llegar dede una visita de puertas abiertas a un colegio para mi hijo y he preguntado por los almuerzos xq en la guardería donde está ahora no puedes llevarlo de casa y les dan una galleta todos los días 🙁
«Lo traen de casa y hacemos almuerzo saludablesaludable: los lunes embutido y galleta, los martes batido y galleta, los miércoles fruta y galleta, los jueves lácteo y galleta y los viernes galleta y zumo de naranja». Cada día estoy más desanimada con lo mal que alimentamos a nuestros hijos pero miré varias guarderías y en todas les daban galletas (soy de una ciudad pequeña). Y encima tengo que andar luchando también con la familia que todo el puñ…ero día quieren darle chuches, gusanitos, embutido. Es muy desalentador, de verdad. Yo me agarro unos rebotes…
Chus
marzo 9, 2017 at 5:13 pmClara como te entiendo, me siento totalmente identificada..propuse en el consejo escolar la alternativa de » limitar » bolleria y zumos para los nuevos y las seños me dijeron q ellas no se enfrentaban a las mamis..creo q parezco la loca de limtar el azucar..gracias por el articulo
Chus
marzo 9, 2017 at 5:16 pmMe siento muy identificada con tu comentario clara, …
Maria Alzada
marzo 9, 2017 at 5:56 pmMenuda tonteria os traeis . Pirimero la leche «veneno» y ahora el azùcar «mata».
Mayra
marzo 9, 2017 at 7:30 pmGracias Carlos, excelente post , tengo cada día más claro lo que debo inculcar a mis hijas, la de 6 lo entiende mejor que la de 3, pero como dicen las otras madres es duro, pero todo lo realmente valioso cuesta, ánimo aunque somos pocos, cada día somos más, con decirte que mi marido también empieza hacer cambios en su dieta.
Carlos Casabona
marzo 9, 2017 at 9:12 pmHola Ana, gracias por pasar por aquí y comentar. Pásales la guía de 0-3 años de la Generalitat (link: ) para que comprueben que no es recomendable dar azúcar ni sal a niños pequeños.
Carlos Casabona
marzo 9, 2017 at 9:17 pmHola Chus, buenas noches. Hace tiempo que hablé con el colegio al que iban mis hijos y no hubo ningún problema en recomendar (con un alto grado de recomendación ¡¡) no poner lácteos azucarados ni bollería ni bolsas de patatas o similares en las mochilas de los niños). Han pasado 15-18 años y en ese cole siguen rigiendo esos criterios (La Estación en Sant Feliu de Guíxols) . Los padres lo agradecen si se lo explicas bien y desde el primer día. Un saludo cordial.
Carlos Casabona
marzo 9, 2017 at 9:58 pmHola María. Creo que no es ninguna tontería. No sé donde has leído que la leche es veneno. No sé donde he dicho que el azúcar mata. Lee por favor el post despacito y comprobarás lo que digo. Un saludo.
Carlos Casabona
marzo 9, 2017 at 10:03 pmBuenas noches, Mayra. Tras 20 años en los que la industria ha conseguido colocar en cada esquina, en cada bar, en cada estación de tren, en cada instituto, en casi todas las casas…sus insanos productos con precios irrisorios, algo se está moviendo y es lógico que encontremos resistencias, sobre todo en aquellas capas más desfavorecidas, ya que no tienen acceso a información de calidad ni a frutas, verduras, frutos secos…que están carísimos. Me alegro que todo el núcleo familiar vayáis a una. Saludo cordial.
Maria Alzada
marzo 10, 2017 at 9:41 amVamos es lo que se ve por internet a todo momento. Las Maninazis de hoy en dia ya no dejan a sus hijos ni respirar y tu aun lesdas palmaditas en la espalda. Esta claro que todo en esceso esta mal , pero de que mis hijos no puedan ni comerse una galleta al dia !!. Que no coman golosinas lo veo bien pero galletas que coman las que quieras. Si sabes lo que compras!
Javier Santos
marzo 10, 2017 at 11:56 amUn interesante, y para mi sorprendente, problema añadido, es la reacción de la gente. Tenemos un ejemplo aquí mismo, en el comentario anterior de María Alzada, que claramente está muy indignada con la ciencia, que te demuestra que comer azúcar no es necesario, y además, no es bueno. Y en lugar de indignarse con las empresas que nos han mentido y que hacen todo lo posible por colarnos productos no saludables, se indignan contra el mensajero.
Pues lo siento, nos han engañado, a todos. Y ninguno somos culpables de que nos hayan engañado, solo esas empresas, que por cierto, han hecho muy, pero que muy bien su trabajo.
Por lo demás, ya todos nos sabemos la cantinela de que una galleta de vez en cuando no pasa nada. Solo queda que efectivamente, sea de vez en cuando.
Javier Santos
marzo 10, 2017 at 12:07 pmMaría, ¿tus hijos se comen UNA galleta al día? Porque si eso es todo, entonces no creo que haya mayor problema. El problema que se plantea en este, y muchos otros posts, es que se comen varias galletas, con zumos, batidos, pastelitos… todos y cada uno de los días.
Creo que es fácil distinguir ambas situaciones.
No sé si soy un papinazi, que no es precisamente un término muy bonito, pero creo que no ofrecer a tu hijo productos insanos no es algo que tenga ni siquiera que justificar.
Por último, dudo que hayas podido encontrar unas galletas que sean tan maravillosas, pero estaremos todos muy agradecidos si nos dices cuales son tan estupendas.
Carlos Casabona
marzo 10, 2017 at 9:53 pmGracias, Javier por tus comentarios; eres un buen observador de la realidad que nos circunda y eso, en muchas ocasiones, no es fácil. Muchas personas se han acostumbrado de tal manera a la ubicua y habitual comida insana, que todo lo inunda, que ven normal lo que no debería de ser. Como uno tiene ya sus añitos (56) puedo tener esa perspectiva que me otorga la experiencia de haber vivido en un mundo distinto, con muchísimos defectos, con muchísimas carencias, pero muy diferente en el plano nutricional ya que los productos lúdicos, hiperprocesados, con altísimas dosis de sal y azúcar y con porciones mucho más grandes que ahora, no tenían tanta presencia. Eso sí, ahora gozamos de mayor seguridad por lo que respecta a las toxiinfecciones alimentarias y de una gran variedad. Las industrias, qué duda cabe, tienen mucha culpa, pero no podemos exonerar de responsabilidad al individuo en su elección final, eso sí, muy condicionada. Mi segundo libro irá en esta dirección. Todo un hallazgo contar con tu comentario y tu buen análisis de lo que está sucediendo. Un saludo muy cordial y ójala pases muchas veces por aquí,tu casa.
Maria Alzada
marzo 11, 2017 at 10:54 amQue pasa tu nunca probaste el azùcar? .
Yo tengo unos cuarenta años y a los de mi generacion los veo sanotes . jajaja deja a tus hijos crecer como lo hiciste tu.
Si siento que tuvieras una madre tan horible que te daba bocadillos de nocilla y galletas pa desayunar y etc…
Javier Santos
marzo 13, 2017 at 9:11 amHola María.
Por supuesto que he probado el azúcar. Es más, me he hinchado. Y no solo en mi infancia, sino hasta hace muy poco, que tomaba sin mayores problemas mis Aquarius, mis yogures de sabores, galletas para desayunar… Y no creo que fuese culpa de nadie, más allá de que ni yo sabía lo perjudicial que puede ser, ni mucho menos mi madre, que es de una generación en la que bastante tenían con otras cosas como para saber sobre nutrición.
Yo también tengo cuarenta, y seguramente por eso, por el tiempo, y por la fortuna de haber tenido estudios, puedo aprender cosas nuevas, separar el grano de la paja, y he podido aprender a reconocer a los cantamañanas y a la gente que suelta bobadas sin justificación. Y así, puedo intentar cambiar aquellos hábitos que no son buenos. Y desde luego, intentar que mi hijo no tenga que caer en la misma trampa.
Sin querer comparar los efectos, yo crecí en una casa donde mi padre fumaba. Y aquí estoy, tan sanote. Pero yo no fumo, no dejo que en mi casa se fume, y procuro evitar que mi hijo (y yo), nos tengamos que tragar el humo de otros. No creo que en eso, mi hijo tenga que crecer como lo hice yo. Y que conste, que mi padre dejó de fumar delante nuestra en cuanto que en la televisión se empezó a dar importancia al tema. Otra vez, estabamos todos engañados.
Pues repito, sin querer comparar los efectos, esto es similar. El azúcar es innecesaria. Y lo mejor es no tomar nada, o casi nada. Y desgraciadamente, se toma MUCHA. Más de 100 gramos al día de media. Y eso, es una barbaridad. Si ahora sabemos gracias a los avances científicos que eso no es bueno, sinceramente, no sé donde está el problema. Cada cual que haga lo que quiera, estaría bueno, pero al menos, que lo haga totalmente consciente de lo que hace. A mi no me importa que la gente fume. Pero sí me importaría que la industria tabaquera mintiese diciendo que no es malo. Pues lo mismo.
Por acabar, lo de dejar que nuestros hijos crezcan como nosotros… bueno, imagino que es algo que nos gusta mucho idealizar. Yo no quiero que mi hijo vaya en coche sin su silla de seguridad, yo le pongo a mi hijo más vacunas de las que tuve yo, y cuando vaya al cole espero que los profesores no le pongan la mano encima, como ocurría en ocasiones en nuestra época. La vida ha cambiado mucho, para mejor en la mayoría de los casos. No veo ninguna razón por la que no podamos cambiar también la parte mala de la alimentación. Y que cuando se coma esa galleta, la disfrute como solo hace un niño. A tope.
Un saludo, y perdón por la chapa.
Maria
marzo 15, 2017 at 4:40 pmHola Carlos:
Gracias por el artículo, estoy intentando encontrar donde diferencia la OMS las recomendaciones de azúcar entre adultos y niños, y no lo he encontrado.
Lo tienes a mano?
Muchas gracias!
Carlos Casabona
marzo 15, 2017 at 10:22 pmHola María: aquí tienes la nota corta en castellano donde insta a bajar el consumo de azúcares libres por debajo de un 10 % del total de Calorías/día, pero luego afirma que habría más beneficios en reducir por debajo del 5 % que es la cifra que he tomado para la infografía. Aquí tienes: http://www.who.int/nutrition/publications/guidelines/sugar_intake_information_note_es.pdf
Juan J. Samper
marzo 16, 2017 at 9:25 amGracias por este post. Es muy necesario que todas las personas tomen conciencia de lo que la industria nos vende (y por lo que obtiene grandes beneficios). En realidad, la industria alimentaria «educa» nuestro hábitos de consumo según sus intereses, y en éso tiene gran protagonismo el azúcar, y más recientemente los edulcorantes que son aún mucho más rentables (y a veces perjudiciales) que el azúcar. ¿No os habéis dado cuenta de que nos están «reeducando»?
Dejo mi breve resumen de las recomendaciones sobre el azúcar, por si resulta de interés:
El azúcar es una importante fuente de calorías vacías debido a la completa ausencia de vitaminas y minerales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una ingesta reducida de azúcares libres a lo largo de toda la vida y que el azúcar no supere el 5% de las calorías diarias consumidas, sin embargo, en alimentos procesados el porcentaje de azúcar puede llegar al 80%. La OMS considera además que la ingesta elevada de azúcares libres está asociada con la mala calidad de la dieta, la obesidad y el riesgo de contraer enfermedades no transmisibles.
Juan J. Samper
marzo 16, 2017 at 9:31 amBuena respuesta.
Juan J. Samper
marzo 16, 2017 at 9:34 amLa educación (la falta de ella) quizás sea el principal problema para cambiar y mejorar. Es triste lo que cuentas.
Carlos Casabona
marzo 18, 2017 at 7:52 pmGracias Juan por tus comentarios. Son muy valiosos pues ayudan a muchas familias a comprobar que no están solas en la lucha que mantenemos contra la presencia de productos insanos en todo lugar y circunstancia.
Juan J. Samper
marzo 19, 2017 at 12:10 amGracias a ti. Un saludo. 😉
María Be
marzo 20, 2017 at 3:00 pmMuy buena respuesta Javier. 🙂
David
mayo 3, 2017 at 9:08 pmCreo que realmente este asunto ya está tomando dimensiones de ser un problema de salud pública y me temo que la diabetes «ambiental» se va a disparar en los próximos años.
Carlos Casabona
mayo 9, 2017 at 9:39 amHace unos 20 años que ya era problema…lo podemos ver en la cantidad de jóvenes que tienen problemas de peso y diabetes tipo 2, que es la inducida por la adiposidad central y la obesidad. Gracias por tu comentario.
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septiembre 7, 2017 at 12:33 pmPatricia A.
septiembre 28, 2017 at 10:45 amBuenos días,
me gustaría saber, cómo afrontar con las guarderías públicas la propuesta de eliminar el escandaloso consumo de productos azucarados que se les da en los momentos de desayuno y merienda a los niños de 1 a 3 años…en la gúardería de mi hijo, por ejemplo: lunez bizcocho, martes galletas, miercoles cereals, jueves Magdalena y viernes tostada…con cola cao….
Hay algún argumentario, documento, o normativa estatal o Comunidad de Madrid que prohiba dar este tipo de productos en comedores escolares públicos?
Si hay otros padres o profesores que hayan pasado por esta situación, agradecería sus experiencias.
Muchas gracias,
Javier Santos
octubre 10, 2018 at 8:30 amHola Patricia, ya será una suerte si un año después ves esto, pero te remito al documento de la Generalitat que el propio Carlos señala en un comentario anterior. Ojalá en este tiempo haya cambiado el desayuno de esa guardería…
http://salutweb.gencat.cat/web/.content/home/ambits_tematics/per_perfils/centres_educatius/menus_escolars/programa_revisio_programacions_menus_escolars_catalunya_preme/documents/arxius/alimentacion_0_3_es.pdf
Irma
noviembre 30, 2018 at 9:43 pmHola: he llegado aquí precisamente por la frustración que siento al ver cómo en la escuela infantil pública a la que va mi hija (Galiña Azul, en Galicia), circulan productos azucarados con total naturalidad. Compruebo que la inmensa mayoría de esa comunidad educativa (muchos de ellos madres y padres de hijos pequeños) miran para otro lado, o hacen oídos sordos ante la epidemia de la introducción de productos procesados desde los primeros años de vida.
Propuse y aceptaron sin problema que mi hija no participase en la rutina de la galleta a media mañana y, alternativamente toma fruta o pan.
El caso es que me encuentro al recogerla que se está comiendo una galleta de chocolate de otro niño. No me gusta nada y no se como gestionarlo correctamente con mi hija (18 meses de edad): dejarle la galleta o sacársela? Tampoco tengo claro como abordarlo ya con el personal de la guardería…
Agradezco una recomendación
Carlos Casabona
diciembre 3, 2018 at 10:41 amHola, Irma
Gracias por entrar a compartir tus dudas. No estás sola, pues cada día hay más familias comprometidas con la alimentación saludable de toda la familia, y, claro está, sobre todo de sus hijos más pequeños. Si un día suelto, ella come galletas de otro niño, no le digas nada, simplemente sé neutra. Prohibir estimula el deseo. Si tú no le das, no compráis en casa, no se aficionará. El problema de fondo es que en tu escuela no prohíban los hiperprocesados y la bollería y bebidas azucaradas (actimeles y leches chocolateadas lo son). Deberías de unirte con más madres concienciadas para hablar seriamente con la dirección. Como documento podéis imprimir la guía 0-3 de la Generalitat de Cataluña ( link: http://salutweb.gencat.cat/web/.content/home/ambits_tematics/per_perfils/centres_educatius/menus_escolars/programa_revisio_programacions_menus_escolars_catalunya_preme/documents/arxius/alimentacion_0_3_es.pdf ) y enseñársela al equipo directivo. Aquí, en Cataluña, hemos conseguido en muchas escuelas y guarderías que se prohíban los alimentos insanos, precisamente para impedir que se produzcan esas situaciones.
Un saludo cordial y suerte. (Si no te hacen caso, dame su teléfono que les llamaría en tono cordial para intentar convencerles; es la salud de nuestros futuros adultos. )